El Aire En La Laguna
- Pansimposio
- 7 jul 2020
- 2 Min. de lectura
Laguneros, ¿huelen eso? delicioso ¿no?.. amoniaco, ese compuesto que huele tan raro y que en la laguna hay por montones, hasta el punto en que Torreón es el cuarto mayor emisor de amoniaco atmosférico en el mundo.
Y este no es el único problema que tiene el aire lagunero; esto se hace evidente si se le da un pequeño vistazo a las estadísticas; pues según la estación meteorológica del Centro Cultural José R. Mijares, la calidad del aire fue buena en tan solo el 8% de los días registrados durante 2018, mientras que ha sido clasificada como mala en el 47% de los días, y cabe recalcar que la clasificación usada en México ha sido destacada como inexacta, o más bien irreal, ya que aire que en países más desarrollados en el tema, aire que sería clasificado como malo, o al menos regular, aquí puede pasar incluso por “bueno”. Dicen que “poco veneno no mata”.
En la Laguna, los principales contaminantes, aún sobre los causados por la industria metalúrgica, son los provocados por fertilizantes artificiales ricos en amoniaco, los desechos del sector ganadero, y los medios de transporte. Por eso se podría decir que tenemos suerte: las dos primeras causas de la baja calidad del aire en la zona se pueden resolver lanzando sólo una piedra, al cambiar los fertilizantes artificiales súper efectivos por fertilizantes naturales, ligeramente menos eficaces, pero que no generan dicho problema, como heces y orín de vaca.
Por su parte, los medios de transporte ya están empezando la transición de combustibles fósiles a electricidad, destacando, por ejemplo, el cambio de gran parte las patrullas del municipio de Torreón de autos de combustión a híbridos, pero este cambio no es suficiente, pues si sólo el gobierno adopta el cambio, no habrá mucha diferencia, tienen que promover las energías renovables, ya sea facilitando la compra de autos eléctricos al bajar impuestos, llenando la ciudad de estaciones de recarga, o al menos ampliar el cambio, que no se limite sólo a algunas patrullas, sino a todos los medios de transporte que paga el gobierno. Con estos cambios, daríamos un gran paso en la lucha contra el cáncer, la intoxicación, la desaparición de las abejas en la región, e incluso las alergias. Y ya de paso ponemos nuestro granito de arena para luchar en una problemática global. Pero el gobierno no hará estos cambios por sí mismo. Los científicos han advertido de estos problemas desde los setenta y no se ha hecho mucho, porque es más cómodo mantener todo tal y como está, y culpar a las administraciones pasadas. Tenemos que presionar al gobierno, apoyando a organizaciones como la recién llegada a la zona Friday’s For Future, y obligarlos a empezar a legislar, a promover fertilizantes naturales y regular los artificiales. A impulsar los vehículos eléctricos y regular a los que son combustión. Reusar los desechos orgánicos en vez de desaprovecharlos.
Diogenes (@Diogenes_Sino_P)
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